:

:

Capítulo 4: La carta



CAPÍTULO 4




LA CARTA


(Beto)

E
L SILENCIO INVADIÓ A TOÑO quién no sabía que responder ante el descubrimiento de su mentira. Me miró y quiso refregarme en la cara que ya no quería ser mi amigo porque ama a Lucecita, se fue sin decir nada y se sentó en su sitio, quise exigirle una respuesta, pero no lo hice. Después del recreo Lucecita no volvió a clases, preocupado pregunté a mi tutor y este me dijo que había pedido permiso porque se sentía mal. Ninguna de las dos personas que más aprecio me saludó por mi cumpleaños, de camino a casa regresé algo triste, intenté buscar alguna explicación por la actitud de Toño.
Al ingresar olía a cuy, la mesa estaba puesta y mi tristeza se esfumó al ver a Lucecita, al poco rato llegó Casimiro a quien había invitado, este trajo un gallo en una jaula, ese fue su obsequio. Al poco rato vino papá con dos peones y se sentaron en la mesa. Vi dos sitios puestos y apareció mi tutor, me trajo un obsequio y todos pidieron lo abra, fueron dos libros como los que había quemado papá. Al ver el otro sitio vacío, pregunté si faltaba alguien más.
          — Qué pregunta hijo, es para tu hermano del alma.
          Mamá congeló su sonrisa al no verme entusiasmado, pues ignoraba las mentiras que dijo mi amigo en el colegio. Casimiro frunció el ceño, no quería ver a Toño después de aquella pelea.
          — No creo que venga— dije.
          Lucecita rompió ese mal rato y empezaron a bromear y hablar de todo un poco. Al finalizar el almuerzo sonó el arpa, la melodía venía de afuera, la canción que sonaba la conocía muy bien. Salí de inmediato y era Toño, él tocaba con maestría el arpa.
          — Me perdonas amigo— dijo con un tono como niño arrepentido después de una travesura.
          Me quedé mirándolo como exigiéndole una explicación.
          — Mentí a Lucecita para no faltar a mi palabra, no sabía que…
Le interrumpí, sus disculpas me bastaron y tontamente olvidé ese mal momento. Mamá salió y lo invitó a pasar. La fiesta se armó y más porque al rato llegaron mis otras compañeras y zapateé hasta romper el suelo. Casimiro se sintió incómodo y se retiró. La mentira de Toño quedó olvidada por el momento. Antes de marcharse Lucecita me regaló una chalina, ella misma la tejió, me la puso y mientras lo hizo nuestros rostros estuvieron muy juntos, percibí su aliento fresco. Quería besarla y Toño interrumpió el momento para darme su obsequio: un libro, el poemario de Mariano Melgar (unos de los mis vates favoritos).

Mi tutor quiso ser justo y también intercedió para que Casimiro luche por la beca, el director le puso como condición disculparse con Toño. En su casa lo pensó mejor y fue a buscar a mi amigo. Su mamá le dijo que había ido a recoger a sus borregos y no tardará en llegar, ella fue por un poco de leña. Casimiro miró el entorno y se dirigió a la habitación de Toño, husmeó sus cosas. Vio un álbum de fotos, allí encontró una foto escondida de Lucecita, dio la vuelta y leyó unos versos de amor.
          El silencio duele porque no habla
muero por decirte que me gustas,
por decirte frente a tus hermosos ojos
que TE AMO, TE AMO.
Luz de mis días, luz de mis noches
Ya no existe la oscuridad
porque tú me das luz
a mis ojos y a mi existencia.
TE AMO.

TE AMO, cuántos lo dicen a sus amadas
no solo es decirlo sino sentirlo.
Esa palabra es la esencia de dos enamorados
es tan profunda como mis sentimientos.

TE AMO, lo digo y no cabe en mi pecho,
lo digo porque es lo que siento
lo siento y es porque TE AMO.

TE AMO es la palabra que rebalsa en mi ser
Siento que mi corazón va a explotar
Solo un caballero lo dice, ¿por qué?
Porque un caballero tiene palabra
Y esa palabra es VERDADERA
y verdadero es mi amor por ti.

Casimiro echó una risotada (risa exagerada), siguió husmeando y encontró oculta la carta de Luz. Se pone a leer y por estar tan concentrado no oye la voz de Toño quien hablaba a su perro en el patio, este se mimaba entre sus piernas.  A un costado ve el caballo de Casimiro, raudo ingresa y no lo ve en su pequeña sala. Mira el pasillo con dirección hacia su cuarto y al ir encuentra a Casimiro leyendo la carta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario