CAPÍTULO 15
FUENTE OVEJUNA
(Rodrigo)
M
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UCHOS DIRÁN QUE SOY UN MALDITO pusilánime
(cobarde) por no delatar a Toño. La verdad es que solo sé que él o mató a
Pastor o lo vio moribundo como yo lo vi y no hizo nada. El hecho es que debí
decirle a Beto que su mejor amigo miente cuando dice que no fue a su casa desde
hace días porque ese sábado sí fue y lo vi claramente corriendo de manera
sospechosa que incluso tropezó y se cayó.
En
clases todos rumoreaban sobre el destino de Beto, la mayoría creía que no era
justo que le quiten la posibilidad de postular por la beca. Casimiro estaba en
su sitio al lado de la ventana fingiendo leer algo y parecía no importarle las
miradas de desprecio sobre todo de Lucecita y sus amigas. Toño estaba
conversando con Emilio nunca fueron unidos y ahora se los veía misteriosos.
Detesto ser misántropo (introvertido o antisocial), tal vez piensen que soy un marica por no enfrentar a Toño, no era
miedo sino cobardía.
Cuando
el tutor volvió a clases le pregunté si sabía sobre que decidió el director
ante la situación de Beto. No quiso adelantarnos nada y prefirió proseguir con
su clase. Y esa clase fue la que me dio una gran idea para hacer algo por Beto
y en cierta forma expresarle mis disculpas por no salvar a Pastor cuando estuvo
en mis posibilidades.
En
la clase hablamos sobre un libro muy insigne (famoso) de la literatura en nuestro
idioma, me refiero a Fuente Ovejuna escrita por Lope de Vega que desde hoy es mi
autor favorito. Si alguien ya lo leyó sabe perfectamente de qué trata y si no
tienes ni una mínima idea te lo diré de manera sucinta (breve).
Fuente
Ovejuna era un pueblo tal vez como el escenario de esta historia, un pueblo de
provincia. Allí llegó una autoridad malvada que lo llamaban comendador, este
cometía muchas maldades como abusar de las chicas más bonitas. Un día
interrumpió la boda de la hija del alcalde y lo hizo porque su novio Frondoso días
atrás se atrevió a enfrentarlo. Les arruinó la boda. Laurencia, que era la
novia, logró escaparse y vino a buscar a su padre que era el alcalde. Lo encontró
como gallina junto con los demás quienes en vez de hacer algo por tanta injusticia
estaban asustados y encerrados.
Ella
les dio un discurso (el cual admiro) donde los llama maricones y amujerados por
dejar a sus mujeres en manos de un lobo (el malvado comendador) que rapta las
ovejas (las mujeres). Eso hizo que el pueblo de FUENTE OVEJUNA se una y juntos
luchen con lo que puedan, por ello los pobladores salieron con sus tapas de
cocina, un pico, un palo de escoba, etc. Y fueron a matar al comendador. Es decir, buscaron la justicia con sus manos
y mostraron que la unión hace la fuerza.
No
los quiero cansar más con el resumen de esa obra de teatro. Ustedes dirán y qué
tiene que ver eso con el problema de Beto. Pues esa clase de literatura me dio
muchas ideas para que se dé FUENTE OVEJUNA a favor de Beto.
Debo
decirles que hay algo que tampoco les he contado. Esta mañana me enteré que
Emilio es un vendido pues vi cuando Casimiro le entregaba dinero. “Aquí tienes
la otra parte, has hecho un buen trabajo con tus mentiras Toño quedó limpio”,
le felicitó. Todo estaba claro, Casimiro estaba aliado con Toño y todos
pensábamos que eran enemigos cuando en realidad son amigos y vaya que lo
disimulaban muy bien. Lo que tenía claro es que ambos odian a Beto y su
objetivo es que no luche por la beca.
Si
antes les dije que me odiaba por ser pusilánime (cobarde) llegó el momento de
poner en su lugar a ese par de malvados. ¿Piensan igual que yo? Seguramente sí,
saben amigos haré algo por Beto y su mascota porque llegó la hora de que se haga
justicia, llegó el momento de que se dé FUENTE OVEJUNA.
La
campana suena, faltan veinte minutos para la hora de la salida y salimos a
formar. Todos sabíamos la razón de esa formación en el patio. El director
sentenció a mi compañero Beto negándole la posibilidad de la beca si bien él no
era el malvado sino Toño y Casimiro se estaba cometiendo una injusticia. No
solo porque el director olvidó cuando Toño que es el otro candidato a la beca
golpeó varios días atrás a Casimiro y fue perdonado. Beto merecía esa
oportunidad y como el director no quiere ser visto como alguien que advierte
algo y no cumple su palabra quiso seguir adelante con su equivocada decisión.
—
Su compañero Toño será el único representante para la beca, lo siento mucho por
el estudiante Alberto, pero él está fuera de competencia por indisciplina. En
otras palabras, queda expulsado por una semana y ya no podrá acceder a la beca.
El
director le pide a Toño que pase al frente, él abandona su sitio en la
formación y camina lentamente, pasa por mi lado y me mira por unos segundos. En
eso, me empuja y caigo al suelo; me levanto y hago lo mismo. Lucecita espera mi
señal, le guiño el ojo y empuja a su mejor amiga, ella también lo hace y
empiezan a pelear. Sus amigas y demás compañeros de mi salón hacen lo mismo.
Luego los otros salones. En conclusión, el patio era un campo de pelea.
El
director no comprende que estaba pasando, los profesores intentan detenernos y no
pueden porque como ya dije todo el alumnado, hasta los pequeñines de la
primaria siguieron la cadena de peleas. Eran grescas (peleas) simuladas y
fingidas. El único sin pelear era Casimiro quien tampoco comprendía que ocurría
con nosotros. Beto y su padre observan boquiabiertos.
—
¡Basta! ¡Deténganse! — gritó con todas sus fuerzas el director.
|
—
¡Qué ocurre con ustedes!, ¡qué significa esta indisciplina!
Lucecita
me mira, me da ánimo, respiro hondo, saco fuerzas sin saber de dónde y tomo la
palabra.
—
Si ha sancionado a Beto por pelear entonces todos debemos ser castigados y
expulsados porque todos acabamos de pelear— digo en voz alta.
Nadie
esperaba mi intervención. Si Lucecita era mi cómplice es porque luego de la
clase del tutor, en el segundo recreo ella se acercó al verme triste.
—
Tú crees que el director decida privarle de la beca a Beto— le comento.
—
Es lo más probable y creo que si el tutor no logra convencerlo no hay nada que
podamos hacer. Sería injusto si eso pasa. Cómo quisiera ser como Laurencia, el
personaje de la obra que nos acaba de contar el profesor y que juntos luchemos
por lo JUSTO.
Al
oír ello se me prendió el foquito.
— Eso es Lucecita, ayudemos a Beto y hagamos
FUENTE OVEJUNA.
En
ese momento me vinieron ideas y le propuse fingir peleas ya que esa es la razón
por la cual lo están castigando a Beto. A ella le pareció genial, llamó a sus amigas
y les contó las ideas. Se encargaron de difundir el rumor de manera discreta.
Todos estuvieron de acuerdo porque apreciaban a Beto y también le tenían cariño
a Pastor y sabían que si Beto actuó con rabia fue por la muerte de su mascota.
Estuvo a nuestro favor que Emilio y Casimiro estaban en la dirección hablando
con el director. Toño se dio cuenta que algo ocurría y me acerqué a
enfrentarlo.
—
¿Sabes por qué tanto alboroto? — me dijo en tono adolorido porque aún sentía
dolor por los golpes de Beto del día anterior.
—
Buscamos ayudar a Beto. Lucecita y sus amigos se están encargando de comunicar
a todo el alumnado lo que haremos cuando el director dé su decisión contra
Beto.
— En serio. ¿Y cómo?
—
Necesito tu ayuda.
Le
cuento lo que pensamos hacer y le pareció una tontería.
—
Aprecio a Beto, pero Fuente Ovejuna en nuestro colegio es un disparate. Solo
conseguirán que el director se enfade con todos y buscará quien dio esa tonta idea
y le irá muy mal.
—
Por eso necesitamos tu ayuda, tú eres el otro candidato a la beca y si peleas
como los demás cometerás el mismo error que Beto y al no haber candidato para la
beca eso es algo que el director no lo tolerará porque todos sabemos cómo se
habrá jactado ante los demás directores porque en la primera fase del examen de
la beca obtuvimos los primeros puestos.
—
¡Estás loco! Cómo puedes pedir eso, al parecer los calladitos son peores, quien
iba pensar que tú ibas a dar estas ideas revolucionarias. No pienso renunciar a
esa beca— me responde.
|
—
Eso no tiene nada que ver.
—
Sí que lo tiene y harás lo que te digo. Tú iniciarás la pelea y me empujarás,
luego me darás un golpe en la formación.
—
Definitivamente estás loco.
— No, no lo estoy.
Bota
su manzana a medio comer y se dispone a dejarme con la palabra en la boca. Lo
detengo presionando su brazo.
—
Aún no he terminado, si no haces lo que te pedí le diré a Beto que fuiste tú
quien mató a Pastor.
Se
quedó frío con mis palabras.
—
Estás loco, deja de decir sandeces (tonterías).
—
El sábado te vi cuando huías corriendo de la casa de Beto y cuando me acerqué
encontré moribundo a Pastor, busqué ayuda en la casa de Casimiro quien al parecer
es tu amigo porque sé que le pagó a Emilio para timar (mentir) y eso te salvó de
las críticas de todos sobre todo de Lucecita quien te creía la peor persona del
mundo.
Al
oír tal acusación me empujó.
—
Como sabes por mi corta estatura siempre voy primero en la columna cuando
formamos, te acercarás y me golpearás delante de los ojos del director. Si haces
eso te doy mi palabra que no diré nada a Beto—miro a Lucecita quien seguía
comunicando a los demás el plan—, y tampoco a ella le contaré la clase de
persona que eres— quiso insultarme y me fui dejándolo con la palabra en la boca.
La
cara del director era la de un monstruo, jamás había visto algo parecido en sus
vastos (extensos) años de carrera profesional. Mi tutor me mira con orgullo y
oculta su sonrisa. Su mirada me da ánimo.
—
Pensé que eras mudo Rodrigo— me dice molesto el director.
—
Supongo que habrá visto cómo Toño me golpeó, por lo tanto, ha cometido la misma
indisciplina que Beto. ¿Lo castigará también o perdonará a Beto?
¿Qué
dirá ahora el director?, ¿lograremos salvar a Beto?
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